miércoles, 13 de septiembre de 2017

CUANDO EL INTERES PARTICULAR PREVALECE SOBRE EL INTERES GENERAL



Dos ejemplos de cuando el interés particular prevalece sobre el interés general, con el que tanto se llenan la boca nuestros políticos. 80 años después de señalizar las calles y cuarenta de democracia, no han sido suficientes para solucionar situaciones como éstas, cuando el sentido común de cualquier juez por partidista que fuera acabaría con ella con la primera denuncia. Pero lamentablemente nuestros políticos no tienen tiempo para pequeñeces de los ciudadanos, así que no nos queda más remedio que aguantarnos otro montón de años, y seguir votando a los mismos lo hagan como lo hagan, siempre que sean de los nuestros.